Stipe precaria victitare*
Hoy es el día y la hora en el lugar de la salvación.
Soy puntual, estoy aseado y con el alma limpia.
El sol es todavía hermoso en el cielo de otoño,
aunque este viento arroja largas hojas afiladas
como el cuchillo con que mi madre me dio vida.
Yo espero con mi cruz y mi bolsa de limosnas.
Bajo los árboles camina la madre de mi hijo.
Viene feliz con un paño negro sobre el pecho
donde antes hubo un pájaro rojo que cantaba.
Se ve que hizo el ayuno y vomitó una oración
a pobres, viudas, huérfanos y extranjeros. Amén.
Se acerca con un grillo zumbón a la espalda.
Debajo del brazo trae a mi hijo que sonríe
al caer tintineando en mi bolsa de limosnas.
*Vivir precariamente de limosnas
15 de octubre, 2010