alarma por los culos

Fruta del Caney-2, foto de León de la Hoz

No creí que tendría que decir esto, me equivoqué. Los correos que me han llegado alarmados por la vulgaridad de mi artículo sobre la Breve historia del culo de Hennig, me han dejado anonadado, nunca mejor dicho. Son correos de lectores cubanos que se quejan por las excesivas alusiones al ano o las nalgas o el culo, que viene del latín culus y en su primera acepción del Diccionario de la R.A.E. dice igual a conjunto de las dos nalgas.

Lamento que se hayan podido sentir ofendidos sin que esa fuera mi intención. No voy a hacer ningún comentario que pueda dar lugar a una polémica innecesaria sobre el uso del idioma, el estilo y las mal llamadas “malas palabras” para determinado nicho cultural de lectores. Sí remito a la primera entrada de Hábeas corpus.

Aprovecho para colgar un video que me envió un amigo sobre la pinga en su acepción cubana. Todos los cubanos sabemos que es una pinga y el uso que se le da en la vida cotidiana. Quizás este ensayo humorístico sobre el uso y abuso del vocablo responda de cierto modo la inquietud de algunos por mi reincidencia en el uso del culo.

Dejo otra foto de mi colección y de paso informo, aviso, que ando buscando culos, nalgas, traseros, posaderas, neveras o neveritas para fotografiarlas y ampliar mi colección de Frutas del Caney con vistas a una exposición. Las interesadas pueden hacerme saber su interés mediante el email de contacto. La relación es absolutamente profesional, el interés es artístico y no media comercio carnal ni económico. Abstenerse el género másculino.