Libro Tradicional
En contra
Menos portabilidad y comodidad en su uso y traslado a causa de la diversidad de títulos, autores, tamaños y pesos. Imposible llevar el diccionario de la RAE en una mano y en la otra Paradiso, ya lo advirtió Lezama Lima por otros motivos. Deterioro del medio ambiente que ocasiona la tala de los bosques, aunque se usen reciclables. Es más cara su producción y el precio final. No es configurable por el lector, capacidad única ya que cada libro es uno en sí mismo, necesita iluminación externa para ser leído.
A favor
Sin ser genitales huelen, se disfrutan al tacto, tienen texturas, colores y tamaños. Sus páginas pueden tener diferentes usos después de ser leídos, por ejemplo, como envoltorio o papel higiénico en una emergencia durante un paseo bucólico por el campo después de haber la leído una novela del realismo sucio. Son hermosos. Si lo dejas olvidado en un parque sólo abandonas un libro. Con el libro estableces una relación de amor emocional y físico.
Libro Digital
En contra
Es frío y no huele. Difícilmente podamos limpiarnos con uno aunque tengamos una diarrea ocasionada por alguna lectura. Si lo olvidas en un parque estás abandonando una biblioteca, aunque luego sea fácil y rápido reponerla. Con el lector electrónico la relación es distante como con una prostituta, por necesidad.
A favor
Peso único e insignificante, volumen estándar totalmente cómodo, portable sin importar el libro que lea. Respetuoso con el medio ambiente. Permite llevar consigo a todas partes cientos de libros de cualquier materia. Es configurable para la lectura más cómoda. Según el dispositivo de lectura que use puede tener acceso a internet y otros recursos de trabajo y consulta on line y off line. El precio de los libros es más barato y su adquisición más cómoda y ágil. Cualquier libro previamente escaneado puede leerse en un ereader.
Da igual la forma y el uso que vaya a tomar el libro en el futuro, siempre habrá lectura y lectores. Lo que debiera importar es la calidad de unos y otros. No dejará de haber gusto, deseo y necesidad de escribir y tampoco de quienes lean. Siempre habrá un libro a la espera de unos ojos que lo busquen. Nunca dejará de existir la oscuridad que obligue a vivir un libro para dar luz. No importa cómo sea el libro ni cómo se escriba o se lea, siempre estará ahí dispuesto a dejarse leer como un cuerpo desnudo. El problema no es el libro de papel contra el electrónico, sino los libros que se escriban, los que difundan y los lectores.