
Warren Buffett es el segundo hombre más rico del mundo e inspirador de la tasa que el presidente Obama propone a las fortunas de más de 1 millón de dólares. Foto de la revista Forbes.
Mis amigos de izquierda no me perdonarán. Hoy sentí lástima por Warren Buffett, quien no parece estar enfermo de nada, gracias a Dios su salud no es el motivo de mi pena, más que pena mortificación. Y estuve a punto de hacerme su amigo. Buffett es uno de los tres hombres más ricos del mundo, aunque esto no quiera decir que también sea uno de los tres más felices, no obstante mi compasión tiene que ver con los 39 billones de dólares que pesan sobre él como una losa, una cifra mayor que el presupuesto de muchos países. Debe ser muy duro tener dinero como un país y que tanta gente quiera arañarlo con mentiras y verdades de mendigo callejero. Eso es lo que vi mientras encontraba en Forbes su perfil de Facebook. Ni Buffett se salva de no tenerlo y será porque a pesar de su fortuna estaba solo como todo el mundo hasta que llegó Zuckerberg. Pero a mí lo que me ha dado coraje es ver cómo la gente, sin ningún recato, se aprovecha del pobre hombre.
La verdad es que Buffett es un señor que a cualquiera le gustaría tener de padre o abuelo. No lo digo por su dinero, que no estaría mal. Su cara es un poema que derrocha bondad y serenidad, lo contrario de otros ricos como Soros o Botín en España. Es como si hubiera alcanzado el nirvana o estuviera igual que Dios en ese lugar donde no hay más caminos y nos resignamos a permanecer en la eternidad. Los amigos de Buffett en Facebook son unos abusadores, no hay quien le pregunte por su familia y si muchos que le piden dinero por las causas y los motivos más díscolos. Yo no me fiaría de ellos. Veo que a ningún otro millonario le piden dinero en Facebook, y es que Buffett ha alcanzado la notoriedad en la opinión pública desde que reclamó una contribución mayor de quienes ganan más de un millón al año, de modo que fuera proporcionalmente similar a la que pagan los menos ricos. Buffett puso de ejemplo a su propia secretaria que ha alcanzado la celebridad por pagar un porcentaje mayor de impuestos que su jefe. El presidente Obama ha propuesto la tasa Buffet al Congreso.
Confieso que por un momento he dudado en hacer también una petición al bueno del señor Buffett, pero me resistí por decoro, la ética te puede poner a hacer cosas que no quieres. Por eso mucha gente se olvida de ella y estamos cómo estamos desde que nos vendieron la idea de que vivíamos en el mejor de los mundos posibles donde todo tenía un precio. Además, pensé que si él es como yo que apenas tengo tiempo de ver mi Facebook, pues nunca sabría que un amigo le estaba pidiendo una ayuda. A España no le vendría mal un Buffett. Que tenga un buen día, señor Buffett.