EL CUMPLEAÑOS DE PODEMOS

Ayer se cumplieron diez años de PODEMOS, el partido de izquierda que vino a poner la política española patas arriba en un momento en que el escepticismo político de la sociedad había alcanzado las cotas más altas de la democracia española. Un partido que empezó por querer ser un “no partido” y acabó siendo un partido como todos, pagando caro su noviciado y el entierro de las ilusiones de miles de ciudadanos de izquierda y derecha que apoyaron las protestas del 15M de donde surgió. Finalmente quedará en las hemerotecas como una radiografía con la que los jóvenes estudiantes de Política podrán conocer de un vistazo la formación, decadencia y desaparición de un partido poseído por los defectos que han caracterizado a la izquierda radical tradicional, incapaz de adaptarse a la naturaleza de la política en democracia. Un infante con la dolencia de elegir académicamente mal el bastón con el que debía caminar y crecer.

Al cabo de esta década de mucho ruido en la que contaron con el respaldo de una parte del electorado y gobernaron otorgándole el apoyo al todavía presidente socialista Pedro Sánchez, queda muy poca cosa realmente significativa por la cual vayamos a recordar el paso de Podemos que no sea su contribución a la pérdida de confianza de gran parte de los barrios que fueron caladeros de la izquierda y que ahora lo son de radicales de derecha con VOX, mientras que aquellas demandas del Movimiento 15M, surgido del histórico acampamiento ciudadano de la Plaza de Sol, fueron sustituidas por una cirugía social de agua oxigenada y Betadine que no ha resuelto los problemas fundamentales de la sociedad y aún menos de la parte más desfavorecida. Trabajo, vivienda, salud y educación, que son los cuatro pilares del bienestar y a través de los cuales es posible pensar en una paridad social, no han sufrido los cambios que podía esperarse de los discursos eminentemente populistas de PODEMOS sin y con poder.

Eso sí, el victimismo, las limosnas, y el igualitarismo de género como ideología han acaparado la gestión política y de gobierno de Podemos del cual el partido socialista se ha contagiado oportunamente para justificar su Gobierno de coalición, los pactos y la reconversión de la política del PSOE. Además, sustentado en un discurso de corte radical y de confrontación, similar al de otras corrientes populistas de otros lugares del mundo y de España, Podemos ha contribuido a que el espacio político y social se vuelva más irrespirable. Los maximalismos ideológicos y políticos con los que se segmenta a la sociedad en aliados y enemigos, buenos y malos, pasado y presente, favorecen un clima donde la finalidad política ha dejado de ser gobernar para convertirse en derrotar al enemigo, que es todo aquel que no se mueva en su carril. El propio partido es un cementerio de cadáveres fruto de las luchas internas de intereses y facciones en torno del gran líder Iglesias, quien descubrió durante su paso por el Gobierno de la nación que su verdadera vocación era ser telepredicador y no gobernante.

Podemos como partido populista no es diferente a otros, aunque sus correligionarios sientan que están al lado del bien y los demás del lado del mal. Su perfil de defensor del bien y víctima de los poderes tradicionalmente capitalistas, sin miedo y con ese tono de graderío, los convierte en el David de los partidos que ha convertido su verdad en una espada de fuego contra todos. Eso todavía los precia para un número decreciente de seguidores. En cualquier momento los podríamos ver llamarse partido del pueblo, aquel que quiso luchar contra la casta sin ser partido y acabó perteneciendo a ella al convertirse vergonzosamente.

No obstante Podemos era necesario en el contexto endogámico de la política española, si bien su existencia no se corresponde con las expectativas que creó en su surgimiento y en cuyo ensombrecimiento ha tenido que ver la idiosincracia de una izquierda llena de reflejos de aquellas que sucumbieron el siglo pasado, da igual que hoy el mono se vista de seda. La improvisación, la falta de realismo, el enanismo ideológico, la división y el personalismo, el infantilismo político, la endogamia, la falta de responsabilidad autocrítica, la rigidez y el dogmatismo han podido más que el apoyo social. Podemos ha podido, pero se ha quedado lejos de poder reflejar la necesidad de aquella parte heterogénea de la sociedad que clamaba por un cambio, más allá de los matices que diferenciaban a las dos fuerzas políticas mayoritarias, e iniciara una cambio real hacia una paridad más plena resolviendo los problemas cercanos a la gente de amplios sectores y grupos sociales.

Yo estuve allí cerca cuando en Sol la gente empezó a acampar para protestar, vi los motivos que dieron lugar al movimiento ciudadano del 15M, presencié las reuniones de grupos de trabajo, escuché las opiniones de la gente y los mitines de los líderes, los que sobrevivieron y los de otros que no pasaron la prueba de quienes luego fundaron Podemos. Puedo decir que aquel espíritu democrático popular y diverso ideológicamente nada tuvo que ver con lo que terminó siendo Podemos. Recuerdo a un joven sentado sobre la marquesina de un quiosco de la plaza que aprendía a hacer un cóctel molotov con el libro La lucha de guerrillas, del Che Guevara, ese fue el nuevo espíritu que los modernos teóricos de la resistencia introdujeron y hoy día oímos en las soflamas de radicales populistas, que además de una causa necesitan de enemigos que cuando no son suficientes los crean. Todo radical tiene un enemigo del que es víctima, y reconociendo a su enemigo podemos saber la naturaleza de su ideología. Podemos fue una medicina para la democracia española que no salía de la cama donde dormían la izquierda y la derechas de la transición, pudo no ser Podemos y es bueno meditar en porqué fueron ellos y no VOX, por ejemplo. El problema es que además de la medicina a la democracia le hacía un tratamiento y ese todavía no ha llegado.

Quien quiera más puede consultar mi largo reportaje de la insurrección ciudadana que dio lugar PODEMOS en : Los indignados españoles. Del 15M a PODEMOS. https://www.amazon.es/Los-indignados-espa%C3%B1oles-del-PODEMOS-ebook/dp/B00XK8PVW6/ref=sr_1_5?s=books&ie=UTF8&qid=1431593071&sr=1-5&keywords=leon+de+la+hoz


Foto de León de la Hoz